Cultivando tu propio ajo: una guía completa
Publicado: 15 de diciembre de 2025, 14:32:42 UTC
Cultivar tu propio ajo tiene algo mágico. Ese momento en que, tras meses de cuidados pacientes, extraes un bulbo completamente formado de la tierra, se siente como descubrir un tesoro enterrado. El ajo cultivado en casa no solo ofrece un sabor inigualable con el que las variedades comerciales no pueden competir, sino que el proceso en sí te conecta con miles de años de tradición agrícola.
Growing You Own Garlic: A Complete Guide

Ya sea que sea un jardinero experimentado o recién esté comenzando, esta guía le mostrará todo lo que necesita saber para cultivar ajo espectacular en su propio jardín.
Desde seleccionar las variedades perfectas para tu clima hasta saber cuándo cosechar, cubriremos cada paso del cultivo de ajo. Descubrirás por qué la siembra de otoño produce los mejores resultados, cómo cuidar tus plantas en crecimiento y los secretos para un curado adecuado para el almacenamiento a largo plazo. ¡Comencemos y comience tu camino hacia el éxito en el cultivo de ajo!
¿Por qué cultivar tu propio ajo?
Cultivar tu propio ajo ofrece beneficios que van mucho más allá de simplemente tener un suministro constante para tu cocina. Aquí te explicamos por qué deberías considerar añadir esta extraordinaria planta a tu jardín:
Sabor y calidad superiores
El ajo cultivado en casa ofrece una intensidad de sabor inigualable en las variedades comerciales. Al cultivarlo en casa, puedes seleccionar variedades apreciadas por sus perfiles de sabor únicos, desde suaves y dulces hasta intensos y picantes. Además, evitarás los tratamientos químicos que suelen emplearse en el ajo comercial para evitar que brote.
Rentable
Una sola cabeza de ajo se puede separar en varios dientes, cada uno de los cuales dará lugar a un nuevo bulbo. Esto significa que una pequeña inversión inicial puede producir una cosecha abundante que dura meses. Mejor aún, puedes guardar los bulbos más grandes y sanos para replantarlos, creando un ciclo autosuficiente año tras año.
Sostenibilidad
Cultivar tu propio ajo reduce el impacto ambiental asociado con la agricultura comercial y el transporte. Sabrás exactamente qué se ha utilizado en el cultivo de tus alimentos, evitando pesticidas y otros productos químicos si así lo deseas. Además, el ajo es un repelente natural de plagas que puede ayudar a proteger otras plantas de tu jardín.
Acceso a la variedad
Las tiendas de comestibles generalmente ofrecen solo una o dos variedades de ajo, pero cuando cultivas el tuyo propio, puedes experimentar con docenas de cultivares fascinantes que no están disponibles comercialmente, cada uno con sabores únicos, capacidades de almacenamiento y características de crecimiento.
Comprender las variedades de ajo
Antes de empezar a plantar, es importante comprender los diferentes tipos de ajo y cuál se adapta mejor a tu clima. Existen dos categorías principales de ajo, cada una con características y requisitos de cultivo distintos.
Ajo de cuello duro (Allium sativum var. ophioscorodon)
Las variedades de cuello duro producen un tallo central rígido (escapo) y suelen tener menos dientes, pero más grandes, dispuestos en un solo anillo alrededor de este tallo central. Estas variedades son extremadamente resistentes al frío, lo que las hace ideales para climas del norte (zonas 3-6).
- Produce tallos comestibles en primavera que deben eliminarse para maximizar el tamaño del bulbo.
- Sabores generalmente más complejos y robustos.
- Dientes más grandes que son más fáciles de pelar.
- Vida útil de almacenamiento más corta (4-6 meses)
- Requiere exposición al frío para desarrollarse adecuadamente.
Variedades populares de mástil duro: Rocambole, Purple Stripe, Porcelain, Music, German Red, Spanish Roja, Chesnok Red

Ajo de cuello blando (Allium sativum var. sativum)
Las variedades de cuello blando son las que se suelen encontrar en los supermercados. Tienen un tallo flexible y producen múltiples capas de dientes de distintos tamaños. Estas variedades se adaptan mejor a climas más templados (zonas 7-10), aunque algunas pueden adaptarse a regiones más frías.
- No produce escapos
- Más dientes por bulbo, incluidos muchos dientes internos pequeños
- Perfil de sabor más suave
- Excelente vida útil de almacenamiento (6-9 meses)
- Se puede trenzar para almacenamiento decorativo.
Variedades populares de cuello blando: Alcachofa, Silverskin, California Early, California Late, Inchelium Red, Silver White

El mejor momento para plantar ajo
Uno de los aspectos más distintivos del cultivo de ajo es su calendario de siembra. A diferencia de la mayoría de las hortalizas que se siembran en primavera, el ajo crece mejor en otoño. Esto les da tiempo a las plantas para echar raíces antes de la latencia invernal, lo que resulta en bulbos más grandes y sabrosos al llegar la cosecha.
Cronograma de siembra de otoño por zona climática
| Zona climática | Ventana de plantación | Notas |
| Frío (Zonas 3-5) | De principios a mediados de octubre | Plante de 4 a 6 semanas antes de que se congele el suelo. |
| Moderado (Zonas 6-7) | Mediados de octubre a principios de noviembre | Planta después de la primera helada ligera |
| Cálido (Zonas 8-9) | Finales de octubre a noviembre | Plantar cuando la temperatura del suelo baje |
| Caliente (Zonas 10+) | Noviembre a diciembre | Puede que sea necesario enfriarlo previamente en el refrigerador. |
Por qué la siembra en otoño funciona mejor
El ajo necesita un período de exposición al frío (vernalización) para que los bulbos se formen correctamente. Al plantarse en otoño, los dientes echan raíces antes de que llegue el invierno y entran en letargo durante los meses más fríos. Al llegar la primavera, reanudan su crecimiento con un sistema radicular bien establecido, lo que les da una ventaja considerable sobre el ajo plantado en primavera.
Consejo profesional: Anote en su calendario la fecha de siembra unas 2 o 3 semanas después de la primera helada de otoño en su zona, pero antes de que el suelo se congele por completo. Este momento ideal le da al ajo tiempo suficiente para echar raíces sin que brote demasiado antes del invierno.
Opción de siembra de primavera
Aunque la siembra en otoño es ideal, puedes plantar ajo a principios de la primavera tan pronto como puedas trabajar la tierra. El ajo plantado en primavera no se beneficiará del desarrollo radicular invernal, por lo que los bulbos suelen ser más pequeños, pero aun así obtendrás una buena cosecha. Si siembras en primavera, elige variedades de cuello blando, que no requieren tanta exposición al frío.

Cómo elegir el lugar de cultivo perfecto
Seleccionar la ubicación adecuada es crucial para cultivar ajo con éxito. La planta tiene requisitos específicos que, si se cumplen, le recompensarán con bulbos robustos y sabrosos.
Requisitos de luz solar
El ajo prospera a pleno sol, requiriendo al menos de 6 a 8 horas de luz solar directa al día. En climas cálidos del sur, un poco de sombra por la tarde puede ser beneficioso, pero los cultivadores del norte deberían priorizar la máxima exposición solar.
Condiciones del suelo
El ajo se desarrolla mejor en suelos sueltos, fértiles y con buen drenaje, con un pH entre 6.0 y 7.0. Los suelos arcillosos pesados pueden deformar los bulbos y aumentar el riesgo de pudrición, mientras que los suelos arenosos pueden no retener suficiente humedad y nutrientes.
Consideraciones de drenaje
Un buen drenaje es esencial para el ajo. El suelo encharcado puede provocar la pudrición de los bulbos, especialmente durante la latencia invernal. Si su jardín tiene un drenaje deficiente, considere cultivar en bancales elevados, que proporcionan un mejor control de las condiciones del suelo y el drenaje.
Rotación de cultivos
Evite plantar ajo en zonas donde hayan crecido otros alliums (cebollas, puerros, chalotes) en los últimos 3 o 4 años. Esto ayuda a prevenir enfermedades y plagas transmitidas por el suelo que afectan a la familia de los alliums.
Análisis de suelo: Antes de plantar, considere analizar el suelo para determinar su pH y niveles de nutrientes. Esto le ayudará a aplicar las modificaciones necesarias para crear condiciones óptimas de cultivo para su ajo.

Preparando el suelo para la siembra
La preparación adecuada del suelo es uno de los factores más importantes para el éxito del cultivo de ajo. Dedicar tiempo a crear las condiciones ideales del suelo antes de plantar redundará en el tamaño y la calidad de la cosecha.
Enmiendas básicas del suelo
Comience incorporando de 5 a 7,5 cm de compost bien descompuesto o estiércol maduro en su área de plantación. Esto mejora la estructura del suelo, aporta nutrientes y fomenta la actividad microbiana beneficiosa. En suelos arcillosos, añadir materia orgánica adicional ayuda a mejorar el drenaje, mientras que en suelos arenosos se benefician de las propiedades de retención de agua del compost.
Fertilización
El ajo necesita mucha nutrición, especialmente nitrógeno. Antes de plantar, aplique un fertilizante orgánico equilibrado (como 5-5-5) según las instrucciones del envase. Algunos cultivadores también añaden harina de huesos (para el fósforo) o ceniza de madera (para el potasio) para favorecer el desarrollo del bulbo.
Opción de cama elevada
Si su suelo es particularmente pesado o mal drenado, considere construir bancales elevados para su ajo. Una profundidad de 20 a 30 cm es ideal, rellena con una mezcla de 75 % de compost de calidad y 25 % de vermiculita o perlita para un drenaje y nutrición óptimos.
Cultivo en contenedores
El ajo también prospera en macetas de al menos 20 a 25 cm de profundidad con agujeros de drenaje. Use una mezcla para macetas de alta calidad enriquecida con compost. Cada maceta debe ser lo suficientemente grande como para que los dientes queden separados entre 10 y 15 cm.
Guía de plantación paso a paso
Ahora que has seleccionado tu variedad de ajo y preparado la tierra, ¡es hora de la parte más gratificante: plantar! Sigue estos pasos para obtener los mejores resultados:
- Separe el bulbo. Separe con cuidado el bulbo de ajo en dientes individuales justo antes de plantarlo (1-2 días como máximo). Mantenga la piel de cada diente intacta, ya que la protege contra las enfermedades transmitidas por el suelo.
- Seleccione los mejores dientes. Elija los más grandes y sanos para plantar. Los dientes más grandes producen bulbos más grandes. Guarde los dientes más pequeños para cocinar.
- Determine el espaciamiento. Marque hoyos de plantación con una separación de 10 a 15 cm en hileras con una separación de 25 a 30 cm. Para una jardinería intensiva, puede usar hileras desplazadas con una separación de 18 cm.
- Plantar a la profundidad adecuada. Cavar hoyos de 5 a 7,5 cm de profundidad. En regiones más frías, plantar un poco más profundo (7,5 a 10 cm) para una mejor protección invernal.
- Oriéntalo correctamente. Coloca cada diente en su agujero con la punta hacia arriba y la raíz plana hacia abajo. Esta orientación es crucial para un crecimiento adecuado.
- Cubra y apisone. Rellene suavemente los agujeros con tierra y apisone ligeramente alrededor de cada diente para eliminar las bolsas de aire sin compactar la tierra.
- Riega abundantemente. Remoja bien el ajo recién plantado para ayudar a asentar la tierra alrededor de los dientes e iniciar el crecimiento de las raíces.
- Aplique mantillo. Cubra el área de plantación con 10 a 15 cm de paja, hojas trituradas u otro mantillo orgánico. Esto aísla el suelo, elimina las malas hierbas y mantiene la humedad.

Consejo para la profundidad de siembra: Una buena regla general es plantar cada diente a una profundidad igual al doble de su altura. Para la mayoría de las variedades de ajo, esto equivale a una profundidad de entre 5 y 7,5 cm.

Cuidado invernal y mantenimiento a principios de primavera
Tras plantar el ajo en otoño, hay un período de relativa inactividad durante los meses de invierno. Sin embargo, aún hay consideraciones importantes de cuidado durante esta época y a medida que se acerca la primavera.
Protección invernal
El mantillo aplicado al plantar sirve como protección invernal crucial. En regiones muy frías (zonas 3-5), podría ser necesario añadir una capa adicional de mantillo después de que el suelo se congele. Esto evita el levantamiento por heladas, que puede empujar los dientes de la tierra durante los ciclos de congelación y descongelación.
Emergencia temprana
No te asustes si ves brotes verdes durante un período cálido invernal. El ajo es bastante resistente y sus brotes soportan temperaturas frías. Si las temperaturas bajan mucho después de la germinación, puedes añadir una ligera capa de mantillo adicional para protegerlo.
Despertar de primavera
Medida que las temperaturas suben en primavera, el ajo comienza a crecer activamente. Una vez que haya pasado la amenaza de heladas fuertes (generalmente cuando las temperaturas diurnas alcanzan los 4 °C), puede retirar parte del mantillo para que la tierra se caliente más rápido. Mantenga una capa fina para eliminar las malas hierbas y retener la humedad.
Fertilización a principios de primavera
Cuando vea que el crecimiento activo se reanuda en primavera, aplique un fertilizante rico en nitrógeno. Esto proporciona a las plantas los nutrientes que necesitan para un desarrollo vigoroso de las hojas, lo cual se correlaciona directamente con el tamaño del bulbo. Un abono adicional de harina de sangre, emulsión de pescado diluida o un fertilizante orgánico equilibrado funciona bien.
Precaución: Deje de fertilizar cuando vea que los bulbos empiezan a formarse (generalmente a finales de la primavera). Una fertilización tardía puede retrasar la maduración y reducir la calidad del almacenamiento.
Cuidados durante la temporada de crecimiento
A medida que sus plantas de ajo se desarrollan durante la primavera y principios del verano, un cuidado adecuado garantizará la mejor cosecha posible. Aquí le indicamos qué debe tener en cuenta durante la temporada de crecimiento activo:
Riego
El ajo necesita humedad constante durante la temporada de crecimiento, especialmente desde la primavera hasta principios del verano, cuando se forman los bulbos. Añada aproximadamente 2,5 cm de agua por semana cuando la lluvia sea insuficiente. Riegue abundantemente, pero con poca frecuencia, para fomentar el desarrollo de raíces profundas.
Reduzca el riego una vez que las hojas comiencen a amarillear (unas 2-3 semanas antes de la cosecha). Esto ayuda a prevenir la pudrición de los bulbos y permite que comiencen a secarse en la tierra.
Control de malezas
El ajo no se lleva bien con las malas hierbas, por lo que es fundamental desherbarlo regularmente. Tenga cuidado al desherbar cerca de plantas de ajo para evitar dañar las raíces superficiales. Mantener una capa de mantillo ayuda a controlar las malas hierbas y a conservar la humedad del suelo.
Arrancar a mano suele ser el método más seguro para eliminar las malas hierbas cerca de las plantas de ajo. Para áreas más grandes entre hileras, se puede usar una azada poco profunda con cuidado.
Eliminación de escapes
Las variedades de cuello duro producen un tallo floral llamado escapo a finales de la primavera o principios del verano. Estos tallos rizados deben eliminarse una vez que formen un bucle completo para redirigir la energía de la planta hacia la formación de bulbos en lugar de hacia la producción de semillas.
¡No deseches los tallos! Son deliciosos salteados, al pesto o a la parrilla, un manjar primaveral con un suave sabor a ajo.

Solución de problemas comunes
Si bien el ajo suele ser resistente a muchas plagas y enfermedades del jardín, aún puede enfrentar desafíos. Identificar y abordar estos problemas rápidamente ayudará a garantizar una cosecha exitosa.
Manejo de plagas
| Parásito | Síntomas | Solución |
| Gusanos de la cebolla | Plantas marchitas, crecimiento atrofiado, bulbos podridos | Rotación de cultivos, cobertura de hileras, evitar plantar en suelo donde recientemente crecieron cebollas o ajos. |
| Trips | Motas plateadas en las hojas, crecimiento distorsionado. | Jabón insecticida, aceite de neem, introduce insectos beneficiosos. |
| Nematodos | Crecimiento atrofiado, bulbos deformados | Rotación de cultivos, solarización del suelo, plantación de caléndulas como acompañantes |
Manejo de enfermedades
| Enfermedad | Síntomas | Solución |
| Podredumbre blanca | Hojas amarillentas, crecimiento de hongos blancos en los bulbos. | Rotación de cultivos (más de 5 años), existencia de plantas libres de enfermedades |
| Botrytis (podredumbre del cuello) | Tejido empapado en agua, moho gris | Espaciado adecuado, buena circulación de aire y curado cuidadoso. |
| Óxido | Pústulas de color marrón anaranjado en las hojas | Retire las plantas afectadas, mejore la circulación del aire y evite el riego por aspersión. |
La prevención es clave: la mejor defensa contra las plagas y enfermedades del ajo es la prevención mediante una adecuada rotación de cultivos, plantando plantas libres de enfermedades, manteniendo una buena circulación de aire y practicando un buen saneamiento del jardín eliminando los restos de plantas.

Cuándo y cómo cosechar el ajo
Tras meses de cuidados pacientes, por fin llega el momento de cosechar el ajo. El momento es crucial: si se cosecha demasiado pronto, los bulbos serán demasiado pequeños; si se cosecha demasiado tarde, podrían empezar a abrirse, lo que reduciría su calidad de almacenamiento.
Momento de la cosecha
El ajo suele estar listo para cosechar a mediados del verano, unos 7-8 meses después de la siembra de otoño o entre 90 y 120 días después de la siembra de primavera. En lugar de basarse únicamente en el calendario, busque estas señales visuales:
- El tercio inferior a la mitad de las hojas se han vuelto amarillas o marrones, mientras que las hojas superiores permanecen verdes.
- Para la mayoría de las variedades, esto significa que quedan alrededor de 5 a 6 hojas verdes en la parte superior.
- Los bulbos se sienten firmes y bien formados cuando se aprietan suavemente en el suelo.
- Si desentierras un bulbo de prueba, los dientes deben llenar completamente la piel y las envolturas exteriores deben estar intactas.
Proceso de cosecha
- Elija un día seco. Coseche cuando la tierra esté relativamente seca para facilitar la excavación y reducir el tiempo de limpieza.
- Afloje la tierra. Use una horquilla o pala de jardinería para aflojar suavemente la tierra alrededor de cada planta, a unos 15 cm del tallo para evitar dañar los bulbos.
- Levante con cuidado. Extraiga con cuidado cada planta de la tierra suelta, teniendo cuidado de no dañar los bulbos ni romper los tallos.
- Mantenga los tallos unidos. Deje las raíces y los tallos intactos para el proceso de curado.
- Cepille el exceso de tierra. Retire con cuidado la tierra suelta, pero no lave los bulbos, ya que la humedad puede favorecer la pudrición.
Importante: No deje el ajo cosechado bajo el sol directo durante más de una hora, ya que esto puede provocar quemaduras solares y reducir la calidad de almacenamiento.

Curado y almacenamiento de su cosecha
Un curado y almacenamiento adecuados son esenciales para conservar el sabor del ajo y prolongar su vida útil. El proceso de curado permite que las capas externas se sequen y formen una capa protectora alrededor de los bulbos.
Proceso de curado
- Encuentre la ubicación adecuada. Elija un lugar cálido, seco y bien ventilado, alejado de la luz solar directa. Las condiciones ideales son de 21 a 27 °C (70 a 80 °F) con una humedad del 50 al 60 %.
- Procura que circule el aire. Puedes: Colgar manojos de 8 a 10 plantas por los tallos. Colocar las plantas en una sola capa sobre rejillas o rejillas. Usar un ventilador a baja potencia para mantener la circulación del aire.
- Dé tiempo suficiente. El curado suele tardar de 2 a 4 semanas, dependiendo de la humedad. El ajo está correctamente curado cuando: Las raíces están secas y quebradizas. Los tallos están completamente secos. Las capas exteriores tienen una textura de papel crujiente. Los bulbos se sienten sólidos y secos.

Preparación para el almacenamiento
Una vez finalizado el curado, prepare el ajo para almacenarlo a largo plazo:
- Recorte las raíces a aproximadamente 1/4 de pulgada de la base del bulbo.
- Para las variedades de cuello blando, trence los tallos o córtelos a aproximadamente 1 o 2 pulgadas por encima del bulbo.
- Para las variedades de cuello duro, corte los tallos a 1 o 2 pulgadas por encima del bulbo.
- Cepille suavemente cualquier resto de tierra, pero mantenga intactas las envolturas protectoras exteriores.
- Reserve los bulbos más grandes y saludables para replantarlos en otoño.
Condiciones de almacenamiento
Las condiciones de almacenamiento adecuadas maximizarán la vida útil del ajo:
- Almacenar en un lugar fresco, seco y oscuro con buena circulación de aire.
- La temperatura ideal es de 55-65 °F (13-18 °C) con una humedad del 40-60 %.
- Evite refrigerar el ajo, ya que el frío y la humedad pueden provocar su brotación.
- Manténgase alejado de las cebollas, que pueden afectar la latencia del ajo.
- Revise periódicamente y retire cualquier bulbo que muestre signos de brotación o ablandamiento.
Guardar ajo para la siembra de la próxima temporada
Uno de los aspectos más gratificantes de cultivar ajo es poder guardar tus propias semillas para futuras plantaciones. Esto crea un ciclo autosostenible y permite que el ajo se adapte a las condiciones específicas de cultivo con el tiempo.
Cómo seleccionar las mejores semillas de ajo
A la hora de elegir qué bulbos guardar para replantar, busque estas cualidades:
- Tamaño: Seleccione los bulbos más grandes y mejor formados.
- Salud: Elija bulbos libres de enfermedades, daños o puntos blandos.
- Completitud: Busque bulbos con todos los dientes intactos y firmemente adheridos a la placa base.
- Características de la variedad: Seleccione los bulbos que mejor representen las características deseadas de esa variedad.
Almacenamiento hasta el momento de la siembra
Las semillas de ajo requieren consideraciones especiales de almacenamiento para mantener su viabilidad:
- Guarde las semillas de ajo por separado de sus suministros culinarios.
- Mantenga los bulbos enteros hasta 1 o 2 días antes de plantarlos.
- Mantener condiciones ideales de almacenamiento (55-65 °F con 40-60% de humedad)
- Para las variedades de cuello duro que requieren estratificación en frío, trasládelas a un lugar más fresco (alrededor de 40 °F) aproximadamente 4 a 6 semanas antes de plantar.
Consejo para mejorar el ajo: al seleccionar constantemente los bulbos más grandes y saludables para replantar año tras año, mejorará gradualmente el rendimiento de su ajo en sus condiciones de cultivo específicas, un proceso llamado "presión de selección" que los jardineros han utilizado durante siglos.

Lista de verificación de inicio rápido para el cultivo de ajo
Pasos esenciales para el éxito del cultivo de ajo
Preparación para el otoño (septiembre-noviembre)
- Seleccione variedades apropiadas para su clima
- Prepare un suelo fértil y bien drenado con compost.
- Separe los bulbos en dientes 1 o 2 días antes de plantarlos.
- Plante los dientes a una profundidad de 2 a 3 pulgadas y con una separación de 4 a 6 pulgadas.
- Riega bien después de plantar.
- Aplique de 4 a 6 pulgadas de mantillo para protección invernal.
Cuidado de primavera/verano (marzo-julio)
- Retire el exceso de mantillo una vez que se reanude el crecimiento.
- Aplicar fertilizante rico en nitrógeno a principios de la primavera.
- Mantener bien regado (1 pulgada por semana)
- Quitar los tallos de las variedades de cuello duro
- Deje de regar 2-3 semanas antes de la cosecha.
- Coseche cuando queden 5-6 hojas verdes.
- Curar durante 2 a 4 semanas en un lugar cálido y seco.
Disfrutando los frutos de tu trabajo
Cultivar tu propio ajo es una experiencia que te conecta con miles de años de tradición agrícola. Desde el simple acto de plantar un diente en otoño hasta la satisfacción de cosechar bulbos completos el verano siguiente, cada paso tiene sus propias recompensas. La paciencia requerida se ve más que compensada por el sabor, la calidad y la variedad superiores que disfrutarás de tu cosecha casera.
A medida que adquiera más experiencia, no dude en experimentar con diferentes variedades, técnicas de cultivo e incluso en guardar sus propias semillas. Con el tiempo, el ajo se adaptará a sus condiciones específicas de cultivo, volviéndose potencialmente más robusto y sabroso con cada temporada.
Ya sea que uses tu cosecha para crear comidas deliciosas, compartir con amigos y familiares o guardar dientes para la siembra del próximo año, el ajo cultivado en casa es uno de los cultivos más satisfactorios y prácticos para los jardineros domésticos. ¡Así que ponte manos a la obra y disfruta del maravilloso mundo de cultivar tu propio ajo!

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